La actividad física controlada y planificada nos reporta muchos y grandes beneficios. Pero para obtenerlos tenemos que ser constantes en su práctica. 

MÍNIMO RECOMENDADO

  • Tres días a la semana.
  • 40 minutos por sesión.
  • Alrededor del 95% de ejercicio aeróbico ligero y medio.
  • Alrededor del 5% de ejercicios de intensidad media y alta.
  • Trabajo de fortalecimiento abdominal en todas las sesiones.
  • Ejercicios de flexibilidad articular (estiramientos) en todas las sesiones.
  • Ejercicios de coordinación y equilibrio en todas las sesiones.

Ejercicio Físico recomendable
 

corazonCon el deporte se consigue corazón más grande, más fuerte y con menos grasas.

Beneficios en el sistema cardio-respiratorio

 

El músculo más importante del cuerpo es el corazón. Con el ejercicio se muscula (aumenta la masa muscular), se fortalece (aumenta la fuerza) y se pierde la grasa que lo rodea. Por lo que cada latido es más potente y puede trasladar más sangre al resto del organismo. 

       Un corazón más grande: podrá impulsar más sangre en cada latido.

        Un corazón más fuerte: podrá impulsar con más potencia la sangre.

        Un corazón menos graso: será más eficiente en cada latido.

El ejercicio aeróbico planificado disminuye la tensión arterial, reduce el porcentaje graso acumulado que repercute directamente en la tensión y prepara a venas y arterias para una mejor circulación del torrente sanguíneo. Con el ejercicio, fortalecemos todos los músculos, también los que se encargan de llenar y vaciar de aire los pulmones, haciendo que en cada respiración podamos tomar más aire con menos gasto energético, haciendo la respiración más eficiente, aumentando la oxigenación y reduciendo el estrés de estos músculos respiratorios. 

  • Aumenta la superficie de transmisión del oxigeno a la sangre, esto se produce por una mayor capilarización y por un mayor número de alvéolos en funcionamiento.
  • Aumenta nuestra capacidad pulmonar y limpia nuestros pulmones.
  • El proceso de vaciado y llenado se realiza menos dificultosamente.
  • Cuando necesitemos una mayor aportación de oxígeno, nuestros pulmones podrán llevar a cabo esa tarea, sin toses y sin ahogamientos
  • Estudios han demostrado que una mayor y mejor oxigenación aumenta nuestras capacidades intelectuales al tener el cerebro más oxigeno y una mejor refrigeración.